La Aljafería

Las visitas a la Aljafería de un grupo de socios del centro se hicieron el 3 y el 10 enero dada la demanda de los socios del hogar.

Los visitantes fueron atendidos y guiados por Raquel, la cual explicó y respondió todas las preguntas que le fueron formuladas durante todo el recorrido con un agradable trato y simpatía lo cual desde aquí agradecemos.

Nos explicó muchas cosas y relató que el palacio fue declarado monumento nacional de interés histórico artístico el 4 de Junio de 1931 a pesar de lo cual, todavía en 1947 permanecía en un estado lamentable y ruinoso. A través de los años se fueron haciendo restauraciones  dirigidas por diferentes arquitectos hasta que en el año 2001 la UNESCO declaró patrimonio de la humanidad el mudéjar de Aragón. Y así quedó destacado el palacio de la Aljafería como uno de los monumentos más representativos del arte mudéjar aragonés.

Conserva el palacio la torre llamada del trovador cuya parte inferior data del siglo IX y es el resto más antiguo del conjunto. Asimismo se encuentra un pequeño oratorio, en cuyo interior se puede observar una fina decoración de yeso que en su día fue una maravilla puesto que además lucía unos coloridos variados típicos de la época, arte que hoy casi no se observa porque años  atrás el palacio fue destinado a cuartel y en ese recinto se les ocurrió montar la cocina, según explicaciones de la guía.

Los logros artísticos del oratorio fueron realizados bajo el mandato del rey Abu-Ya far- Ah mad ibn hud al Muqtadir lo que realza la cultura y la aportación del arte hispano musulmán en diversas zonas de nuestro país.

En 1942 bajo el mandato de los Reyes Católicos se construyeron nuevas obras, pues bien el palacio tiene una escalinata, una galería  y corredor que se denominan de los Pasos Perdidos y culminan en el Salón del Trono. De todas estas dependencias lo que mas destaca son sus suelos realizados con azulejos de Muel y los techos decorados con madera policromada entre los que destaca el de el Salón del Trono.

Finalmente y desde el año 1987 el palacio acoge la sede de las Cortes de Aragón donde se debaten y promulgan las leyes que rigen a los aragoneses.