Queridos socios, queridas socias:
Empezamos nuestra tercera semana de confinamiento.
Ya sabéis que estamos en contacto con muchos de vosotros. En general sabemos que una gran mayoría os encontráis bien. Muchos os vais acostumbrando a estar en casa, habéis creado vuestras rutinas para estar entretenidos.
Otros os encontráis tristes. Echáis de menos el contacto con otras personas. ¿Cuándo nos volveremos a ver?
La situación empieza a pesar, y el exceso de información (Medios de comunicación, redes, etc...) no ayuda.
Pero tenemos que ser positivos. Vamos a quedarnos con los mensajes positivos. ¡Todo va a salir bien!!
Para eso os dejo con un cuento que nos mandó la semana pasada Juan Luis Laborda.
¡Esperamos que os guste!!!
Un abrazo a todos y a todas
LA RANA SORDA
Un grupo de ranas viajaba por el bosque
y de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo. Todas las demás ranas
se reunieron alrededor del hoyo.
Cuando vieron
cuan hondo era, las ranas las ranas de arriba les dijeron a las ranas del fondo
que, a efectos prácticos, se debían dar por muertas.
Las dos ranas
no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar
fuera con todas sus fuerzas.
Las otras
mientras seguían insistiendo en sus esfuerzos serian inútiles.
Finalmente,
una de las ranas del hoyo puso su atención a lo que las demás decían y se
rindió.
Luego, se
desplomo y murió.
La otra rana continúo
saltando tan fuerte como le era posible.
La multitud
de ranas le gritaba y le hacían señas para que dejara de sufrir y que
simplemente, se dispusiera a morir, ya no tenía sentido seguir luchando.
Pero la rana
saltó cada vez con más fuerzas, hasta que finalmente logro salir del hoyo.
Cuando salió,
las otras ranas le dijeron: “nos alegra muchísimo que hayas logrado salir, a
pesar de que te gritábamos”.
La rana les
explico que era sorda, y que pensó que las demás la estaban animando a
esforzarse más y más a salir del hoyo.
MORALEJA
La
palabra tiene poder de vida o muerte. Una palabra de aliento a alguien que se
siente desanimado puede ayudar a
levantarlo y finalizar el día.
Una
palabra destructiva dicha a alguien desanimado puede ser que lo acabe por
destruir. ¡Cuidado con lo que decimos!
¿Qué te parece si hacemos
oídos sordos a las cosas negativas y nos animamos a hacer algo para este tiempo
que nos toca vivir?, será mucho mejor para todos.
Hola. Soy Teresa
ResponderEliminarMe parece un cuento muy bueno y seleccionador Juan Luis